El informe «La erosión de la separación de poderes en Iberoamérica. Análisis y propuestas» realizado por la investigadora de CEU-CEFAS, Yilian Ayala, analiza la situación actual de la democracia en los países iberoamericanos y explica por qué es necesaria una nueva coalición conservadora occidental con Iberoamérica.
La democracia en Iberoamérica va camino de tener fecha de caducidad. Tras la transición democrática de la mayoría de los países de la región en la década de los 90 -con excepciones como la dictadura de los Castro en Cuba-, ese proceso nunca ha llegado a completarse en su máximo esplendor. Los sistemas democráticos jóvenes, que han tomado la inspiración política de Estados Unidos y de pensadores europeos, tienen -y han tenido desde que nacieron- un enemigo en casa: el marxismo y el radicalismo de la izquierda que se ha construido en Iberoamérica. El capitalismo, el libre mercado, la economía liberal y los principios, a priori universales, como la protección de la familia, son ahora el enemigo “fascista” a batir por líderes la izquierda como Luiz Inácio Lula da Silva, tal y como lo explicó él mismo en el Foro de São Paulo de 2023.
Entonces, ¿cómo se puede frenar este deterioro democrático para evitar que la izquierda radical destruya la democracia en la región -con la estratégica inversión de China- y que lo haga desde las propias instituciones? La respuesta está en el compromiso que deben adquirir los conservadores. Es hora de dar la batalla política, cultural y económica a nivel internacional.
El objetivo de este informe es explicar por qué es necesaria una nueva coalición conservadora occidental con Iberoamérica y por qué a los conservadores les tiene que interesar lo que está pasando en el continente. La consecuencia más ilustrativa la vive Estados Unidos con la crisis migratoria en su frontera con México. Este es sólo un ejemplo: según datos de la policía fronteriza de Estados Unidos, en 2022, el año en el que Gustavo Petro se convirtió en presidente de Colombia, 125.200 colombianos llegaron a la frontera de Estados Unidos con México pidiendo asilo: 20 veces más que el año anterior. Ese es el diagnóstico del problema, la solución ya sólo pasa por una alianza internacional.
Para estructurar el plan de acción de esta coalición conservadora es necesario plantear una agenda común, que debería, sobre todo, basarse en consolidar todas las instituciones democráticas y la separación de poderes. Además, hay que fomentar el respeto a la libertad religiosa, de expresión y de cátedra, así como la defensa de la familia como núcleo de la sociedad. Parte de la agenda ideológica de la izquierda marxista iberoamericana ha centrado sus políticas en la actividad del ser humano fuera de la familia y ha desviado su sentido a través de 8 | Informe 05 | CEU-CEFAS la ideología de género. La construcción de una sociedad igualitaria, tal y como promovía Marx, se traslada al ámbito biológico al anular cualquier diferencia entre un hombre y una mujer. Partiendo de esa base, se altera el concepto de familia y se sustituye por convenciones marxista de las relaciones personales en sociedad.
El otro punto del plan de acción común es el económico. Los aliados deben comprometerse a trabajar conjuntamente en el fortalecimiento de un sistema que garantice la libertad de mercado, que abogue por un Estado austero, eficiente y no clientelar. El planteamiento de políticas concretas para cumplir estos objetivos que se acaban de trazar va a depender de las peculiaridades y necesidades de cada país, pero deberían pilotar alrededor de estas ideas generales.
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