
Como personas comprometidas con nuestra fe, nos enfrentamos a un reto cada vez que se acercan las elecciones. ¿Cómo votar de manera que honremos nuestros valores y convicciones? Aquí te ofrecemos algunas consideraciones para orientarte en este importante proceso.
Lo primero, no hay un «voto católico» unificado. Aunque los principios fundamentales de nuestra fe son inmutables, su aplicación en cuestiones políticas puede variar. Lo que es crucial, sin embargo, es que cada católico se esfuerce por informarse y votar de manera consciente y deliberada. Hay mucho en juego.
El voto y la doctrina social de la Iglesia
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es una guía invaluable para aquellos que buscan votar de acuerdo con su fe. Nos recuerda que el voto no es solo un derecho, sino también un deber cívico. Debemos buscar el bien común y la dignidad de la persona a la hora de seleccionar a nuestros representantes políticos.
La dignidad humana y la vida
Los principios de la DSI destacan el infinito valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Un católico debería considerar como condición innegociable la posición de los partidos políticos respecto a este tema capital y observar a aquellos partidos políticos que atenten contra este principio, tenemos la obligación de conocer cuál es la postura de los partidos frente al aborto y la eutanasia. Hay vidas humanas en juego.
Libertad religiosa
La libertad religiosa, como derecho humano fundamental, es otra área clave a considerar. Tenemos el deber de reflexionar y analizar las propuestas, las acciones cometidas y, en general, la postura que adoptan los partidos políticos ante este derecho fundamental. Las restricciones a la enseñanza religiosa en las escuelas es un claro ejemplo que infringe este derecho.
Derecho de los padres a la educación de sus hijos
La Iglesia Católica defiende fervientemente el derecho de los padres a educar a sus hijos porque lo considera inherente a su papel como primeros educadores y formadores de sus descendientes. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Es responsabilidad de los padres transmitir sus valores y creencias a sus hijos, y la educación “formal” debería ser una extensión y apoyo de esta formación inicial y continua que se da en el hogar. Hay postulados políticos que atentan contra este derecho como las limitaciones de financiación pública a colegios con educación diferenciada o a colegios concertados.
El matrimonio y la familia
La Iglesia Católica defiende la dignidad y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Sin embargo, también tiene posturas claras respecto a ciertos temas como el matrimonio y la familia, que pueden entrar en conflicto con algunos postulados defendidos por algunos partidos políticos (o por casi todos).
Reconocer y respetar la dignidad de las personas LGTBIQ+ es una cosa, pero buscar redefinir el concepto tradicional de familia o imponer educación sexual en las escuelas sin la posibilidad de elección por parte de los padres es otra bien diferente. No confundirse. Lo primero es bueno, lo segundo es malo.
Justicia Social
La justicia social, que abarca desde los derechos de los trabajadores hasta la asistencia a los más necesitados como las personas dependientes o nuestros mayores sería un aspecto importante para considerar también a la hora de emitir nuestro voto. Los católicos deberíamos analizar qué propuestas son más coherentes en este aspecto con nuestra fe.
Informarse es clave
La información en todo este proceso lógicamente es vital. No debemos votar basados únicamente en eslóganes o promesas vacías, sino en un conocimiento sólido de las posturas de los partidos y cómo se alinean con nuestros valores y creencias. Acudir al fondo y no a las formas. Investigar, leer, e incluso discutir respetuosamente, son pasos esenciales en este proceso. CEU CEFAS tiene, entre otras, esta misión.
Conclusión: votar en conciencia
Cada católico debe votar en conciencia. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, «una conciencia bien formada es recta y veraz». Esto significa que debemos formar nuestra conciencia a través del estudio y la reflexión, y luego seguir su orientación al emitir nuestro voto.
Por último, invitarte a leer el artículo de CEU CEFAS llamado “mal menor” para reflexionar sobre este concepto que se esgrime por desgracia muy a menudo cuando se acercan elecciones.
De nuevo, hay mucho en juego.