El secretario general del Instituto de Estudios Americanos CEU-CEFAS, Eduardo Puig de la Bellacasa, analiza las prioridades de Donald Trump en su segundo mandato y qué aspectos podrán definir su política exterior y doméstica
Donald Trump ha sido elegido para su segundo mandato con una mayoría de voto popular que no tuvo en 2016. Ha sido un hito para él. Obtuvo casi 77 millones frente a los 75 de Kamala Harris y también se ha convertido en presidente gracias al voto de la mayoría de los colegios electorales, 312 frente a 226. Y va a contar con una ventaja que no tenía durante su primera administración: la mayoría parlamentaria en ambas cámaras, Congreso y Senado. Precisamente estos son elementos importantes que van a marcar la diferencia entre su primer mandato y el segundo. Ahora Trump tiene varias prioridades que él mismo ha ido esbozando durante toda su campaña electoral.
Política exterior
La nueva administración ya ha hecho una clara declaración de intenciones nombrando a Marco Rubio como secretario de Estado. El senador por Florida es un gran conocedor de la realidad política en Cuba, ya que él es descendiente de cubanos. También está familiarizado con el resto de los países de Iberoamérica y los conflictos que se plantean en la región como, por ejemplo, en Venezuela.
Está por ver hasta dónde está dispuesto a llegar Trump en la imposición de aranceles a productos europeos. Una posibilidad es que opte por seguir una política comercial específica para cada país y no para el conjunto de toda la Unión Europea. Además, China una de sus fijaciones. Pekín quiere conseguir un poder hegemónico y desplazar a Estados Unidos como potencia geopolítica mundial y eso es lo que intentará evitar Trump, teniendo en cuenta el perfil de asesores que ha escogido, sobre todo, en materia económica y tecnológica.
Prioridades en Estados Unidos
Para el presidente de Estados Unidos es fundamental que la economía americana vuelva a ser la más importante del mundo. En este asunto centró gran parte de su campaña electoral y lo mismo hizo con la crisis migratoria, cuya solución es otra de las claras prioridades de su nueva administración.
